En fecha como hoy pero del año 1980 vino al mundo uno de los mejores bateadores del béisbol cubano, que pese a nunca haber probado su talento en las Grandes Ligas, ha firmado un carrera con notas de excelencia y en escenarios exigentes. Nos referimos a Frederich Cepeda Cruz.
Hablar de la historia de Cuba en los Clásicos Mundiales de Béisbol es recordar innumerables páginas de gloria firmadas por el espirituano. Estuvo en el elenco que logró un histórico subtítulo en la primera edición (2006) y luego intervino en las tres siguientes ediciones.
Vale apuntar que es el líder histórico en hits (32), carreras impulsadas (23), anotadas (19), dobles (empatado a ocho con el canadiense Justin Morneau), bases por bolas (22), extrabases (15) y bases recorridas (60) en estas lides (segundo en jonrones, con 6 y en veces al bate, con 108). En general acumuló un average histórico de .381, con .509 de OBP y .714 de slugging en 25 desafíos.
Incluso llegó a eslabonar una cadena de 13 juegos consecutivos bateando de hit sumando las dos primeras versiones, récord para esas justas. A ello se le añade su experiencia en las ligas profesionales de Japón, Colombia y México. En suelo nipón su adaptación no fue buena y los números quedaron por debajo de su calidad, en Colombia su aparición sobre el terreno fue mínima pero en la Liga Mexicana de Béisbol sí lo hizo positivamente, aunque también en poco más de 20 encuentros.
Inolvidable resultó su producción en el título de Pinar del Río en la Serie del Caribe de San Juan, 2015. Destacable, además, su aporte en los últimos trofeos levantados por la selección cubana a inicios del presente siglo. Su nombre aparece entre los punteros de por vida en casi todos los departamentos ofensivos de las Series Nacionales. A sus 44 años se mantiene activo y haciendo historia en cada partido que disputa.