Por Andriw Sánchez Ruiz
Caracas.- Félix Pérez llegó de Miami a Maiquetía este jueves. Se fue directo del aeropuerto al Estadio Universitario, en donde Leones del Caracas ya lo tenía alineado como cuarto bate y jardinero derecho. Llegó a la mitad de la práctica.
Tomó un bate y se metió en la jaula. Así comenzó la quinta temporada del cubano con los melenudos y la séptima en la Liga Venezolana de Beisbol Profesional.
Regresar con los melenudos lucía lejos después de que no llegó a un acuerdo con el conjunto antes de la campaña. No obstante, eso quedó atrás, dice. Está contento de volver a los capitalinos.
“Llegué hace 20 minutos, todavía no he podido hablar con los muchachos”, dijo después de entrenarse por primera vez, antes del encuentro contra Cardenales de Lara. “Aquí se siente una gran química. Este equipo se ha caracterizado por eso.
Estoy contento de volver a esta casa, porque es una casa para mí. Feliz de aportarle al equipo, sobre todo en diciembre, que la cosa se pone más apretada. Soy el mismo Félix de antes, el que le quiere poner alegría a la cosa. Es más vengo con más empuje que antes”.
Los desacuerdos de hace meses parecen haber quedado en la historia. Leones cuenta con él para que aporte poder al medio de la alineación. Fue inscrito en el roster por el colombiano Harold Ramírez, quien fue mandado a parar y se fue como uno de los peloteros más efectivos del circuito.
“Nosotros los peloteros a veces nos ponemos incómodos por algunas situaciones. Somos seres humanos. A lo mejor yo me puse un poco malcriado”, comentó sobre su reconciliación con los melenudos. “Uno comete errores, conversamos y las cosas salieron bien, gracias a Dios. Quiero darle a la fanaticada cosas buenas”.
Antes de Leones, el último equipo del antillano fue Águilas Cibaeñas, en la Liga de Beisbol de República Dominicana, y no le fue bien. Ligó para .203 de promedio de bateo, .588 de OPS, con tres carreras impulsadas. A pesar de eso, sostiene que se siente bien.
“Estoy en el mejor momento de mi carrera”, aseguró el guardabosque, que fue pretendido por equipos de México y Venezuela, después del corto periplo como rapaz en Quisqueya.
“Me siento bien. En México (en el verano) pude dar unos jonrones (34) y remolcar carreras (100), pero el beisbol es relativo. No siempre se va a batear para .300”, expuso. “Las cosas no salieron en Dominicana. Le daba bien a la bola, pero los batazos no caían. No me sentí cómodo”.
Sus números lo convierten en uno de los importados más rendidores en la historia del circuito. Tiene 36 cuadrangulares de por vida, 180 carreras remolcadas, 147 anotadas, .295 de average y .847 de OPS. Fue Productor del Año de la 2014-2015.