Por Yusseff Díaz.
Ermidelio Urrutia es una Gloria del Béisbol Cubano y es reconocido como el patriarca de una familia considerada realeza en el béisbol cubano.
Su primo Osmany Urrutia fue multi-campeón de bateo en Cuba y el último hombre en batear .400 en una temporada.
Su hijo Henry fue un gran pelotero en nuestra Serie Nacional, integrante del equipo nacional y llegó a las Grandes Ligas.
Ermidelio Urrutia fue integrante del equipo nacional cubano en varias competencias internacionales. El guardabosques fue parte del elenco campeón olímpico en 1992 en Barcelona y bateó .389 en ese torneo.
En sus 16 Series Nacionales compiló promedio ofensivo de .310 con 210 cuadrangulares, 268 biangulares, 863 carreras anotadas, 865 carreras empujadas y 180 bases robadas.
Esas estadísticas sugieren que Urrutia fue un jugador de 5 herramientas, porque también fue un jardinero excepcional en el campo y tuvo un brazo excelente.
Ermidelio Urrutia, sin dudas, es uno de los peloteros cubanos más subestimados por los fanáticos, porque cuando uno examina sus números el tunero está entre los mejores 40 en muchas estadísticas ofensivas.
Debutaste con el equipo nacional cubano bateando .444 en la Copa Intercontinental de 1987, ¿cuáles fueron tus pensamientos en tu primer turno al bate con las cuatros letras?
Cuando un jugador hace su debut en un equipo donde no juega regular debe estar preparado para una buena actuación y como siempre su primer turno es vital. Yo me sentí confiado y al ver el resultado final me sentí muy feliz.
¿El equipo olímpico del 1992, en tu opinión, sería el mejor equipo nacional de Cuba de todos los tiempos ?
Para mí es el mejor equipo, ganó más de 130 juegos oficiales sin perder, incluyendo Mundiales, Copas Panamericanas, Juegos Centroamericanos, y por supuesto, una corona olímpica.
En la Copa Mundial de 1994 bateaste .614 con 13 carreras anotadas , 11 carreras impulsadas y fuiste segundo en el torneo en imparables. Esa fue una de las mejores actuaciones de un cubano en una competencia internacional. ¿Te decepcionó que no fuiste seleccionado como el Jugador Más Valioso del torneo?
El Mundial de Nicaragua, sin duda, fue mi mejor torneo, sin dejar de mencionar los Panamericanos del 91. Del Mundial, no me molestó no ser el Más Valioso, al contrario, estoy feliz por mis resultados y estoy feliz por la actuación del equipo.
La temporada pasada, Las Tunas llegó a la primera final en su historia. ¿Cómo te sentiste viendo a los Leñadores en la pelea por su primer campeonato nacional?
Estoy muy contento con la actuación de Las Tunas en la Serie Nacional pasada, porque vengo de ese equipo y porque sé que aporté mi granito de arena a esa actuación. Este equipo, si recuerdas, no había clasificado nunca hasta la temporada 2008-2009, cuando yo debuté como manager, así que siento que este logro es mío también.
¿Cómo te sentiste cuando viste a tu hijo jugar por primera vez en Venezuela?
Me siento muy feliz de poder ver a mi hijo jugando, primero en Venezuela y ahora aquí en México, pero me siento más que contento porque sé que está teniendo buenos resultados.
¿Te gustaría haber probado tu talento en las Grandes Ligas?
Nunca me pasó por la cabeza jugar en Grandes Ligas, lo único que siempre quería era representar a mi país con el equipo Cuba, así que estoy satisfecho con mi carrera.