En el mundo del béisbol, los nombres de los prospectos suelen resonar con un eco de esperanza y promesa. Noble Meyer, el derecho de 6 pies 5 pulgadas y 200 libras, no es la excepción. Desde su elección en el décimo puesto general del draft de 2023, Meyer ha sido considerado una de las mayores joyas en desarrollo de los Miami Marlins, un equipo que busca cimentar su futuro con una base de lanzadores élite.
Meyer, producto de Jesuit High School en Oregon, llegó al profesionalismo con un historial impresionante. Fue reconocido como All-American en secundaria y nombrado Jugador del Año en su estado tras registrar una asombrosa efectividad de 0.33, con 128 ponches en 63 entradas, demostrando un dominio absoluto sobre sus rivales. Durante el verano previo a su draft, se consolidó como el mejor prospecto de pitcheo de preparatoria, alcanzando hasta 98 mph con su recta y mostrando un slider que dejó boquiabiertos a los scouts por su giro y barrido horizontal.
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Sin embargo, el talento puro no siempre traduce resultados inmediatos en el béisbol profesional. Meyer debutó con 11 entradas entre la Liga de Novatos y la Low-A, donde registró 15 ponches pero también mostró destellos de falta de control con siete bases por bolas. Este patrón se extendió a lo largo de su primera temporada completa en 2024. Aunque tuvo momentos brillantes en Low-A con una efectividad de 2.65, su promoción a High-A Beloit expuso problemas de consistencia, reflejados en una preocupante tasa de boletos del 17%.
Noble Meyer y su repertorio
El repertorio de Meyer, no obstante, sigue siendo un arsenal de élite en construcción. Su recta, que ronda las 93-95 mph y puede alcanzar 97, cuenta con vida natural hacia el lado del brazo y ocasional hundimiento. Es una pesadilla para los bateadores diestros cuando se lanza con precisión. Su slider, calificado como una herramienta de 70 por los scouts, es una auténtica arma de ponches con giros que superan las 3,000 revoluciones por minuto. Por último, su cambio de velocidad, aunque inconsistente, muestra destellos de un futuro lanzamiento promedio o mejor, especialmente si logra mayor control y confianza en su ejecución.
Meyer no solo enfrenta el reto físico de maximizar su arsenal, sino también el mental de mejorar su comando y su capacidad de atacar la zona de strike. Su estilo relajado en el montículo y su mecánica fluida lo convierten en un proyecto atractivo para los entrenadores de los Marlins, quienes ven en él el potencial de un abridor número dos o tres, con una proyección más optimista que apunta a un futuro as de rotación.
En el horizonte, Meyer inicia el 2025 como uno de losprincipales prospectos de los Marlins, un reconocimiento que resalta su lugar especial dentro de la organización. Aunque su ascenso hacia las Grandes Ligas aún se vislumbra a varios años, su progreso será seguido de cerca por una franquicia que confía en él como una pieza clave de su éxito a largo plazo. El camino de Meyer está lleno de desafíos, pero también de la promesa de convertirse en uno de los nombres que definan la próxima generación del béisbol en Miami.