Por: Francys Romero
Alexei Ramírez regresó a Cuba en el 2015 tras siete años de ausencia. Ahora en su segundo viaje del año, retornó con la delegación de directivos y jugadores de la MLB. En todo ese enorme tiempo, quizás nadie lo haya seguido tanto como el que escribe ahora. Representaba para mí un jugador misterioso, lleno de un valor enigmático y con un tipo de talento único.
Recuerdo su comienzo atribulado en Chicago con Ozzie Guillén en el 2008. Su primer jonrón en AT&T Park, San Francisco, ante Jonathan Sánchez. Su jugada ante Pittsburgh cuando el guante parecía una raqueta de tenis. Fue segundo en la votación al mejor novato del año, con 59 puntos, superado por el canadiense Evan Longoria en la recta final.
También está su épico jonrón en U.S Cellular Field ante Detroit para provocar un juego extra. Aún la narración del batazo de Alexei a Armando Galarraga no se le ha ido de la garganta al narrador local de Chicago, Ken Harrelson.
He seguido sus dos bates de Plata (Silver Slugger 2010 y 2014) y sus dos nominaciones al Guante de Oro sin poder ganar. Le regalé una defensa ante el Guante de Oro negado en el 2014, cuando lo comparé (al guante) con un boomerang que no volvió, pues ya Alexei había perdido su primer Guante de Oro más injusto en 2010, ante Derek Jeter.
Vi su hit 1000 en Chicago ante el zurdo Tyler Skaggs y vi su jonrón 100 contra Johnny Cueto está temporada en la ciudad de los vientos.
Alexei tiene un corazón especial. Al inicio de la campaña 2015 rindió tributo a Minnie Miñoso al pedirle permiso a la familia para portar su número 9 durante un juego.
Antes de conversar en exclusiva para OnCuba con el Misil Cubano en la tarde del martes en el Hotel Nacional, también pensé en lo que tuvo que luchar para hacer el Cuba en el Clásico del 2006. En su familia, en la gente de Taco Taco, y en todos los que como yo lo han extrañado por tanto tiempo. Ahora es el momento de comprender que su regreso a los 33 años es una ausencia recuperada. Es un ejemplo de constancia, trabajo, humildad y sacrificio; y tiene esperanzas: quisiera regresar algún día y volver a jugar con su equipo Cuba.
¿Qué has sentido al regresar a la tierra que te vio nacer?
Muy contento, muy contento y muy feliz. Es una oportunidad de estar acá en mi tierra, con mi gente, con aquellas personas que me vieron jugar durante mucho tiempo y vieron que di lo mejor de mí con Pinar del Río y con la selección nacional. Estamos acá de regreso para darle ese nuevo alegrón al pueblo.
¿Cómo evalúas tu temporada del 2015? Comenzaste un poco mal y luego fuiste recuperándote poco a poco hasta terminar bastante bien. ¿Cómo te sentiste al final de la temporada?
No fue mi mejor temporada este año. Tuve un primer arranque muy malo. Tuve que prepararme mucho más en la segunda etapa. Hice lo que me propuse, levanté y me sentí muy bien. Ahora estoy practicando mucho en Miami, ahora pienso hacer algo en Pinar también y nada, repetir una temporada buena este año que viene.
¿Cuántos días estarás en Pinar?
Creo que eso es una sorpresa.
Sobre la agencia libre. ¿Te sentiste un poco triste porque Chicago White Sox no ejerció la opción de compra? ¿Lo esperabas? Eras un jugador histórico de la franquicia, llevabas allí ocho años. Imagino que extrañes el cariño de la ciudad…
No me lo esperaba realmente, no me lo esperaba. Primero que todo tengo que darles las gracias por darme la oportunidad, en esos ocho años de desarrollarme como pelotero. He recibido mucho apoyo de la gente desde Chicago, me han llamado, me han escrito mensajes y eso es lo que me llena y me hace más fuerte. Hay que seguir trabajando y cualquier equipo que me acepté, bueno seguir haciendo mi trabajo.
Sé que por términos de contratos y de abogados no puedes revelar datos sobre los equipos y las futuras ofertas, pero piensas que los White Sox podrían firmarte de nuevo otra vez.
Si, de hecho ellos se han comunicado con mi agente y estamos ahora hablando, llegando a un acuerdo para ver lo que pasa.
Ahora volver a Pinar a ver las amistades, a Donal, Peraza, me imagino que revivas viejos sentimientos.
Si, ya vi a Donald, lo vi cuando fui como hace tres semanas. Vi a los muchachos en Pinar del Río. No entré al estadio porque ya estaban terminando. Conversé con muchas personas, con Casanova, con Lazo, Juan Carlos Linares, los que jugaron conmigo. Y las pasamos bien, créeme que la pasamos bien, con muchas anécdotas y muy feliz.
¿Crees que el talento cubano puede conquistar las Grandes Ligas?
Ya lo estamos demostrando con mucho deseos de jugar, mucha pasión y eso es lo que hace que salga el triunfo.
¿Qué le falta a Chicago para repetir el titulo del 2005?
Lo tiene todo. Tanto como Chicago hay catorce equipos que se preparan igual o peor. Ese béisbol es muy fuerte y más la zona de nosotros. Hay que jugar bien el béisbol todos los días
¿Qué crees que te queda por seguir aportando en las Mayores?
Mucho, todos los días aprendo algo diferente. Hay talento, mucha gente con expectativas, experiencia, hay muchos coach y cada día aprendes más.
¿Cómo fue llegar al Juego de las Estrellas y sustituir al capitán Derek Jeter?
Eso se me quedará de por vida. Es una leyenda, un jugador que irá con el 100% al Salón de la Fama y estar en ese momento para mí fue especial.