Por: Javier González
El arbitraje salarial es un proceso que se utiliza para determinar durante la temporada muerta, el salario de un pelotero para la siguiente temporada de Grandes Ligas, obviamente esto no aplica a todos los peloteros ni cosa que se asemeje.
Por lo general un pelotero cuando es firmado amateur, ya sea en el período de firmas internacionales de Julio 2 o en el Draft universitario estadounidense, tiene 6 años bajo el control de esa organización que los firma. Cuando acaba ese tiempo, el pelotero se convierte en agente libre por primera vez en su carrera. A menos que el equipo utilice algún procedimiento extra, siempre legal, para robarle al atleta un año más de control (los llamados súper 4)
De esos 6 años que un joven pelotero está al control de una organización, los jugadores se dividen en dos grupos: Los que pueden ir al arbitraje salarial y los que no.
1.- ¿Quienes de este grupo no van a arbitraje salarial? Si el pelotero tiene entre 1 y 3 años de servicio no tiene derecho a ir al arbitraje salarial y su sueldo lo determina directamente el equipo. Estos entran en la categoría de Team Control y rara vez alcanzan a cobrar un millón de dólares en una temporada (siempre existen casos como Mookie Betts o Kris Bryant que rompen la regla)
2.- ¿Quienes van al arbitraje salarial? Si tiene entre 3 y 6 años de servicio, goza del derecho de utilizar el arbitraje salarial, obviamente en caso que no pueda llegar a un acuerdo con el equipo para establecer su salario en cada una de esas 3 temporadas.
Por lo general los peloteros evitan acudir al arbitraje salarial y siempre sus representantes y la gerencia de su equipo llegan a un acuerdo antes de llegar a esa incómoda situación. La historia ha demostrado que así es (menos de 550 audiencias de arbitraje salarial en más de 4 décadas de instaurado el sistema)
Se utiliza mucho incluso, por parte de los equipos, hacer extensiones a estos jóvenes peloteros, que incluyan sus 3 años de arbitraje salarial y por lo general la gerencia siempre trata de robar uno o dos años más después de esos 3 años, y a veces incluyen hasta una o dos opciones más, para extender más su control sobre sus jóvenes estrellas.
En la memoria reciente tenemos como ejemplo a Chris Sale, a quien los Medias Blancas le hicieron una extensión de contrato en su primer año de elegibilidad al arbitraje salarial por 5 temporadas y la suma de por 32.5 millones, además de dos opciones más en el contrato por 12.5 millones y 15 millones respectivamente que extendían el acuerdo total a 59.5 millones y 7 años.
Corey Kluber es otro ejemplo, el As de los Indios recibió igualmente una extensión de contrato en su primer año de elegibilidad al arbitraje salarial por 38.5 millones y 5 temporadas, más dos opciones de 15 y 16 millones más cada una, que estiraban el pacto a 7 años y 69.5 millones.
Otros que firmaron acuerdos similares fueron Madison Bumgarner, José Ramírez, Ender Inciarte, Odubel Herrera, Paul Goldshmitd y muchos más, incluso, con anterioridad se recuerdan Jon Lester, Clay Buchholz, Craig Kimbrel etc etc…..
Es una clase de pactos que por lo general acaban favoreciendo a los equipos, pero los jóvenes peloteros que cobran muy poco dinero para esas fechas, lo ven como una oportunidad única de garantizar su futuro y el de sus familias y prefieren amarrar y no tomar el riesgo de ir año por año, porque lamentablemente nadie controla el destino y tampoco nadie sabe lo que pueda pasar en un futuro con sus carreras. Otros por el contrario, prefieren tomar el riesgo e ir año por año con el fin de llegar antes a la agencia libre y por ende con menos edad, optar por un mega contrato que incluya más años. De estos últimos también tenemos ejemplos sobrados: Manny Machado, Bryce Harper, Mookie Betts, Kris Brayant…….
Pero regresando al tema en cuestión, la idea central del mismo, es que nadie quiere llegar a una Audiencia de Arbitraje Salarial, porque naturalmente no es beneficioso ni para el equipo ni para el pelotero. Además, una de los principales motivos por los que los gerentes tratan de acordar con sus clientes antes de llegar a los jurados, es porque estos se efectúan por lo general en el mes de febrero, y ya para esos entonces, cada ejecutivo desea tener su nómina competitiva configurada desde el punto de vista económico, para pensar en firmar potenciales agentes libres sin tener el temor ni la presión de cruzar el límite de impuestos de lujo.
Ahora bien….¿Cómo funciona el arbitraje salarial?:
El representante del pelotero debeformular una valor salarial para su cliente, basado en sus estadísticos fundamentalmente, así como el tiempo de servicio en MLB, premios que haya conseguido en el pasado y sueldos comparativos. Este valor salarial se le hará llegar a la gerencia del club.
El equipo tiene la obligación de hacer exactamente lo mismo. Unos días antes de la audiencia, ambas intercambian propuestas con el fin de tratar de llegar a un punto en común y esquivar la presentación ante la corte negociando un contrato a última hora.
No siempre ambas partes logran llegar a un acuerdo y es entonces cuando llega el arbitraje salarial propiamente dicho.
En la audiencia, cada parte presenta su caso y justifica su propuesta salarial. Los tres jueces no pueden establecer un punto medio, es obligación de los mismos declarar vencedora a una parte, y entonces ese será el salario que el pelotero reciba en la siguiente temporada.
Como decía anteriormente, este es un proceso traumático para ambas partes,fundamentalmente para los peloteros cuando pierden sus casos.
Obviamente el ejecutivo del equipo debe sacar lo peor del pelotero ante el juez para ganar su caso, y el agente todo lo contrario: debe hacer lucir a su defendido como un MVP a los ojos del árbitro para salir airoso. Lo más lamentable es que casi siempre los propios peloteros están presentes en estas audiencias y escuchan lo que sus jefes dicen de ellos. Por ejemplo, el abridor Marcus Stroman, después de perder su caso de arbitraje salarial en 2018 expresó en sus redes sociales:
“Las cosas negativas que dijeron sobre mí, por mi propio equipo, nunca las olvidaré. Soy insensible, así que eso solo me motivará. ¡Me muero de ganas por este año……el dinero no tuvo nada que ver con que me molestara, pero sentarse en una sala para escuchar lo malo que eres por cinco horas. Jamás pensé que valiera tan poco para esta gente.”
Otro caso sonado fue el de Dellin Betances con la gerencia de los Yankees (específicamente con el Presidente Randy Levine) un año atrás, donde no se quedó con nada por dentro.
Por el contrario se han visto equipos molestos con los resultados de los arbitrajes cuando son derrotados, en este caso lo demuestran rápidamente cambiando a su empleado a otra organización y que estos le paguen lo que ganó en el arbitraje.
Ejemplo: Jake Odorizzi com Tampa este propio año.
Varios datos antes de culminar: el primer pelotero en presentarse a un arbitraje salarial fue el lanzador Dick Woodson de los Mellizos de Minnesota en 1974 y ganó su caso, sin embargo, desde ese entonces a la fecha, los equipos han ganado más del 50% de los casos a los peloteros.
Entre los cubanos Adeiny Hechevarria le ganó su caso a Tampa en las audiencias pasadas, hace varios años, a principios de los 2000, Rolando Arrojo lo perdía con Boston