Escrito por Viviana González Balben
Andrés de la Cruz Matos cumplió quince años en Series Nacionales y afirma que su amor por el béisbol nació desde pequeño, pues proviene de una familia pelotera.
“El caciquito”, como le bautizó el pueblo guantanamero por sus rasgos típicos de indio de descendencia directa, inició en el béisbol con nueve años de la mano de sus tíos -entre ellos el lanzador Jorge Matos-, quienes también hicieron equipo Guantánamo en series anteriores.
De estatura pequeña pero enfundado en coraje y sencillez, de la Cruz Matos constituye el jugador más experimentado del conjunto beisbolero del Guaso en la actualidad.
“En Pinar de Ceiba donde yo nací, un lugar próximo a la Caridad de los Indios, que pertenece al municipio Manuel Tames, había un campo de pelota cerca de mi casa y los muchachos del barrio íbamos todas las tardes a jugar.
Más adelante con trece años entré a la Escuela de Iniciación Deportiva Rafael Freyre donde mi preparador físico era Alexis Brooks y en el 2004 tuve la oportunidad de participar en un Campeonato Panamericano”, recuenta. Es en esa etapa escolar donde “Maticos”, como también le llaman sus más cercanos, adquiere las herramientas básicas del béisbol.
Él afirma que hoy los peloteros jóvenes guantanameros tienen talento pero necesitan mayor interés por desempeñarse correctamente, por superarse, por corregir sus insuficiencias. “Cuando tienes las condiciones tienes las puertas abiertas para triunfar, sólo tienes que creértelo”.
Inició en Series Nacionales con 19 años y nunca pensó que llegaría a jugar quince campañas consecutivas, sin embargo alega que la constancia y disciplina son aspectos que lo han mantenido en el equipo por tanto tiempo. “He aprendido a tener paciencia porque el juego te provoca bastante presión, es bueno darse cuenta cuando estas tenso y controlarte”.
El experimentado pelotero guantanamero sostiene que, aunque mostró un ligero descenso de su rendimiento en los últimos enfrentamientos de la presente Serie Nacional, se encuentra dispuesto a asumir responsabilidades como refuerzo en conjuntos vecinos.
Sosegado y con la ecuanimidad que le caracteriza, sostiene que como en todos los equipos en Guantánamo debe existir un líder que guía al grupo. “La ausencia de esa figura que conduzca a los demás, es un aspecto que ha afectado al equipo Guantánamo en varias ocasiones. Los jóvenes pueden ser líderes y los veteranos obedecer”, sinceró el hoy jardinero derecho y que anteriormente jugó en posiciones del cuadro.
En anteriores series nacionales, los del Guaso iniciaban con un ritmo favorable que les hacía soñar al pueblo con la clasificación a la segunda fase, en cambio, en algún momento el equipo se desplomaba.
Sobre el asunto, “Caciquito”, pensativo, afirma que las aspiraciones del conjunto deben elevarse. “Nosotros, me incluyo, no logramos concientizarnos de que sí podemos lograr buenos resultados, el equipo se desvincula, se desconecta. Hay que cambiar la mentalidad”.
Desterrando por un buen tiempo la posibilidad del retiro, afirma de La Cruz que se encuentra en buena forma física y motivado a continuar jugando en próximos campeonatos como un auténtico indio del Guaso.