Por: Javier González
A escasos días de participar en su cuarto Juego de Estrellas seguido y habiendo sobrepasado el juego 100 de la etapa clasificatoria, el estelar antesalista cubanoamericano Nolan Arenado continúa siendo el bateador más poderoso del viejo circuito y se encamina hacia la conquista de su cuarto bate de plata de manera corrida.
Luego de que su equipo le pasara la escoba a unos competitivos Atléticos de Oakland, que están jugando su mejor béisbol en años, Nolan terminó la semana como líder en cuadrangulares (27), promedio de slugging (594) y OPS (986). Además, el de raíces guantanameras, ocupa el tercer lugar entre los empujadores de su liga (75), el cuarto en carreras anotadas (69) y promedio de embasado (392), así como el octavo en promedio ofensivo (306). A pesar de sus asombrados números de poder, Arenado no aparece en la lista de los que más ponches han tomado en la Liga Nacional, sino hasta la posición 50, casillero que comparte con el dominicano Starling Marte, un pelotero que regularmente ocupa funciones de primer bate.
Las estadísticas sabermetricas muestran que Arenado, a pesar de no salvar 20 carreras esta temporada, como ha hecho en sus dos más recientes torneos, pues ocupa el tercer lugar en su liga entre los antesalistas con +2 en carreras salvadas (DRS), superado por Travis Shaw (9) y Christian Villanueva (6), y el segundo lugar en Ultímate Zone Rate (UZR) con 4.2, detrás de Anthony Rendón (6.2).
En promedio defensivo, su excelente 976, solo es superado por los 989 del propio Rendón en la antesala de la Nacional. Sus 209 asistencias son la marca más alta entre los defensores de la esquina caliente del viejo circuito, un conjunto de números estos que, obviamente lo ponen en una clara posición para retener el guante de oro que ha ganado en cada una de las 5 temporadas que lleva como grandesliga.
El coeficiente de victorias sobre el reemplazo (WAR) de Nolan en la Nacional (4.1) es la tercera cifra más alta entre los jugadores de posición, únicamente detrás de Matt Carpenter (4.3) y Freddie Freeman (4.2).
Si la temporada estuviera cerrando sus cortinas hoy, Nolan otra vez sería serio candidato a ganar el premio MVP, junto al propio Freeman y quizás, Eugenio Suarez de Cincinnati, sin embargo, todos sabemos que ni siquiera será nombrado al cuadro de finalista, no importa cuán buenos sean sus números, no importa que los Rockies estén compitiendo una vez más sostenidos de sus espaldas, nada de esto valdrá, porque sencillamente juega en una plaza invisible, marginada, subestimada y desechada por los votantes.
“No puedo recriminarme a mí mismo por haber jugado en un equipo de Grandes Ligas que casualmente está en Denver”, dijo frustrado el otrora estelar jardinero Larry Walker en enero de este propio año. “Si eso es un problema y va a haber un tema, entonces que saquen ese equipo de ahí y lo muden para otra parte. Ninguna jeringuilla entró por mi trasero, jugué limpiamente este juego, pero jugué en ese estadio. Es casi como si el Coors Field hubiera sido un esteroide para mí”.
Obviamente Walker expresó lo que sentía al verse marginado a lo largo de 9 años sin poder entrar al Salon de la Fama, contando con los números necesarios. Nolan no lo ha dicho, pero seguro estoy de que lo piensa.
Acompáñame a ver el final de esta triste historia……..