Foto: Alejandro Taquechel
Casi al cierre del 2023 la Federación Profesional Cubana de Béisbol (Fepcube) anunció la prenómina del elenco que competiría en la Serie Intercontinental de Barranquilla, Colombia. Revisando los nombres en el listado un nombre llamó la atención, Edilberto Oropesa. La duda personalmente invadió a muchos, ¿era el mismo que acumula experiencia en Grandes Ligas o sería su hijo, también lanzador aunque con menos palmarés?
Pues resultó ser que era el mayor, el hombre protagonista de una de las más asombrosas historias de vida entre todos los deportistas que han dejado delegaciones en eventos internacionales para partir en busca de un sueño. Entre los primeros en ese sentido estuvo Edilberto, durante la Universiada de Buffalo, el 10 de julio de 1993, casualmente dos años después de que René Arocha abriera el sendero más que recorrido en los últimos tiempos.
Edilberto pudo jugar en las Grandes Ligas durante cuatro campañas (2001-2004), sus números no fueron los mejores, su PCL fue muy elevado, pero el solo hecho de haber visto acción en más de 100 partidos revela la voluntad y la entrega de un hombre que no se rindió a las adversidades, que enfrentó dificultades para casi todo desde el inicio en Cuba, que tomó la decisión de luchar por un mejor futuro dejando atrás sin saber cuándo podría verlos de nuevo a su familia y una esposa embarazada, que navegó durante años en Ligas Menores sin perder la fe, que no tuvo miedo en coger su maleta y partir a cualquier lugar donde hiciera falta sus servicios, fuera Taipei de China, México o Países Bajos.
Su última aparición competitiva llegó precisamente en esa nación europea, en el ya lejano año 2007. En el 2024, diecisiete primaveras después, volvió a subirse al box. Lo hizo en un partido lleno de simbolismo e historia. Con sus 52 años a cuestas retiró por la vía de los strikes a dos jugadores del Miami Dade College, mucho más jóvenes que el yumurino. La emoción invadió el terreno y también se hizo sentir en la afición. Fueron lágrimas que conmovieron a todos aquellos conscientes de la presencia de una figura destacada que lo ha entregado todo y se niega a decir adiós. Su historia atrapa y brilla cada vez con más fuerza.
3 comentarios
Este equipo no parece serio,solo es una iniciativa provocadora politica
Bueno muchachos,que remedio no les queda que tratar de aparentar que este equipo «frankestein»,tiene algua relevancia,despues de todas las exprectativas que ‘fabricaron» con un fondo politico mas que todo.
Tremendo papelazo compay,si yo fuera jugador de la famosa «mescolanza» besibolera llamada fedcube,yo me haria chiquitico,despues de tanto bombo y platillo y tener que conformarse con los llamados «juegos de exhibicion»,