Matanzas, Cuba-Azares del béisbol hicieron coincidir, por primera vez en una postemporada de la Serie Cubana, a los elencos de Matanzas y Cienfuegos. Un duelo difícil de predecir aún si empleamos herramientas legales como las estadísticas y ecuaciones sabermétricas.
Los números auxilian pero en ocasiones estos recursos enredan más el análisis, obligándonos a recurrir a otros criterios que permitan descifrar el resultado de estos pareos de altas tensiones.
Matanzas, campeón defensor, aparece a todas luces como el gran favorito gracias al trofeo que hoy exhiben y una nómina compuesta por siete jugadores con experiencia en circuitos profesionales, uno de ellos en Grandes Ligas.
Yurisbel Gracial, Yadir Drake, Erisbel Arruebarruena y Ariel Martínez, integran una tanda ofensiva de un calibre superior a la media del campeonato, aunque los Cocodrilos en la etapa regular, sin sus legionarios, promediaron 294 AVE.
La joven tropa de la Perla del Sur, por el contrario, descosió la pelota esta temporada con un 325 AVE colectivo resultado del impulso de hombres como César Prieto, Pavel Quesada, Luis Vicente Mateo y Daniel Pérez para atenuar la labor de su pitcheo, el tercero más frágil de la serie, pues sus abridores permitieron 6.15 carreras limpias durante la primera fase.
Sin dos de sus mejores lanzadores, Yoenni Yera y Noelvis Entenza en una estancia en ligas del área, a los serpentineros de Matanzas solo le fabricaron en la campaña 4,22 carreras limpias. No obstante, sus rivales de turno castigaron al pitcheo yumurino en la series particulares con 5 HR, 42 carreras impulsadas para AVE 355. Mientras, los dirigidos por Armando Ferrer, conectaron 4HR, impulsaron 24 hombres al home plate pero solo batearon 242 AVE.
El retraso de los enfrentamientos debido a la confirmación de casos positivos a la Covid-19 en el equipo de Cienfuegos favorece a los Cocodrilos tras conocerse que Dariel Góngora no participará por una lesión resentido y por otro lado Entenza ya estará disponible.
También existe la posibilidad que algunos jugadores de los Elefantes de Cienfuegos no puedan jugar luego de contraer el virus y además queda comprobar en qué estado se presentan ambos equipos, los sureños por deudas de entrenamiento y los matanceros pudieran sobrecargarse.
Por ser un cruce sin antecedentes históricos en Series Nacionales, es difícil establecer un criterio en favor de uno u otro equipo, sin embargo, los Monarcas de la edición 59 se erigen como una de las selecciones más estables de la década.
Los paquidermos tienen juventud y coraje ¿será suficiente para revertir las predicciones que pronostican su derrota? Talento sobra en un roster que acumuló los mejores porcientos de embasado 416, OPS 871 pero tiene el reto de nivelar el duelo más imparcial de esta ronda.
La tanda yumurina no se queda atrás, ahora con atletas de mucha madurez y versatilidad y una línea central con Eduardo Blanco, Guante de Oro del torneo anterior. Su defensa fue la mejor de la fase regular y en indicadores tan relevantes del pitcheo como el WHIP promediaron 1.53.
Acertar en los pronósticos es una tarea harto complicada porque en los resultados influyen, además, otros elementos subjetivos como la combatividad y el estado sicológico del atleta que ayudan a inclinar la balanza en la hora final. Aunque siempre es atrevido vaticinar, en este caso, la principal certeza es que puede ser uno de los combates más interesantes de los playoffs de la Serie Nacional de Béisbol.