POR JORGE EBRO
Menos mal que Yoan López convenció al otro Yoan López. El actual relevista de los Diamondbacks tuve que imponerse en una dura batalla interior para continuar jugando béisbol y llegar a las Grandes Ligas.
Dos veces López dejó un conjunto en la granja de Arizona, tras firmar un pacto de $8 millones en el 2015, pero finalmente el amor por la pelota y la fe interior en el futuro lograron que el chico de la Isla de la Juventud recuperara la confianza y el camino.
Tras brilar en las Menores, López se convirtió en la recién terminada contienda en uno de los cinco cubanos que debutaron en las Mayores, pero su deseo no es quedarse en esa estadística inicial sino lograr otras que vienen asociadas con la consistencia y la tenacidad.
Dicen que el año de debut, es año que nunca se olvida.
“Sí, es algo que venía soñando desde hace tiempo. Desde que salí de Cuba siempre imaginaba cómo sería ese momento. Trabajé fuerte para lograr esa meta y creo que ya he dado un paso importante, pero es solo un paso’’.
¿Cómo le diste la noticia a tu familia?
“Fue algo muy especial. Mi familia se puso muy contenta, todos entendíamos que se estaba alcanzando algo que muy pocos logran en esta vida. Es algo que nunca olvidaré’’.
En dos momentos te fuiste de tu equipo de Ligas Menores…
“Eso tuvo que ver con la falta de experiencia, un poco de inmadurez de mi parte. Muchos jóvenes pasamos por eso. Pero al final yo razoné conmigo mismo y me dije que yo no era alguien que abandonaba un proyecto, que ese no era el guerrero que llevo dentro. Ya todo es parte del pasado’’.
¿Fue complicado esa batalla interior? ¿Retomar el amor por la pelota?
“El amor por el béisbol siempre lo tuve. Nunca salió de mi corazón. Esas dos ocasiones fueron momentos difíciles, y creo que me sucedió por querer triunfar tanto y ver que no pasaba como yo quería, pero regresé con más fuerzas y deseos’’.
¿Cómo es la vida en las Menores?
“Es algo incómoda. Uno debe realizar muchos sacrificios. Todo es un proceso, pero que también te ayuda a volarar las cosas, la vida, a apreciar lo que existe arriba en Grandes Ligas’’.
Y ahora que probaste las Mayores, ¿cuál es el plan en el 2019?
“Seguir trabajando y estar listo para todo lo que me pida el equipo. Evidentemente, ya que llegué, quiero ahora mantenerme y lograr una buena carrera, larga y productiva’’.
Abridor o relevista, ¿dónde te sientes mejor?
“En el bullpen. Allí me siento más cómodo, me siento más explosivo con la adrenalina bien arriba en el cuerpo, listo para dominar una, dos y hasta tres entradas. Aunque como abridor uno disfruta también el juego’’.
Cuba tiene buenos taponeros en
Chapman e Iglesias, ¿seguirás ese camino?
“Sí, si puedo de cerrador bien, pero tampoco me desagrada ser un set up man en la séptima y octava entradas. La cosa es mantenerme en Grandes Ligas a como de lugar’’.
¿Te arrepientes de algo?
“No, de nada. Al contrario, me siento orgulloso de haber dado este paso. Dejé mi familia atrás para poder ayudarla. Creo que esta es una historia que apenas comienza’’.