
Cuando Miguel Lahera sacó el último out del pleito entre Granma y Holguín el pasado lunes, Ciego de Ávila casi garantizó su clasificación a la postemporada de la 56 Serie Nacional de Béisbol, en la que los pupilos de Roger Machado buscarán convertirse solo en el cuarto equipo de la historia capaz de levantar tres coronas al hilo.
Industriales, Villa Clara y Santiago de Cuba lograron la hazaña en épocas diferentes de nuestra pelota revolucionaria, y los Tigres la tienen a tiro ahora, lo cual les permitiría participar por segundo año consecutivo en la Serie del Caribe, algo que, por cierto, ningún equipo cubano logra desde los Tigres del Marianao en 1957 y 1958.
Los monarcas vigentes acumulan 50 victorias por 34 del combinado holguinero, al que le restan 16 partidos. De ganarlos todos y perder Ciego en cada una de sus 17 salidas pendientes, los Cachorros llegarían también a 50 triunfos, pero andan con insalvable balance negativo (2-8) frente a los Tigres en el compromiso particular.
Pese a esto, los avileños necesitan una victoria más o una derrota de los nororientales para clasificar, porque puede darse un remoto triple empate (con 50 sonrisas) entre estos dos conjuntos y Villa Clara o Granma. Del mismo, es imposible dilucidar ahora quiénes saldrán airosos.
Con el boleto casi en el bolsillo, entonces los avileños pueden enfocarse en reorganizar las fuerzas de cara a la postemporada, algo que también hacen los Cocodrilos, aunque estos últimos no han bajado mucho la intensidad, pues tienen en el horizonte el récord de victorias (66) en campeonatos de 90 juegos, impuesto por los Industriales de Rey Vicente Anglada en el 2003.
Volviendo a los Tigres, el timonel Roger Machado debe dosificar el trabajo de Vladimir García y Dachel Duquesne, dos abridores que han acumulado mucha carga de trabajo, ubicándose primero (136.1) y tercero (120) en innings lanzados en ese orden. Además, necesita manejar con tino a Vladimir Baños, Raidel Martínez y José Ángel García para que lleguen en plenitud de facultades al final.
Esos serán los principales objetivos del alto mando avileño, aunque de seguro no bajarán los brazos e intentarán lograr la mayor cantidad de victorias, pues de su puesto en la tabla dependerá el turno de selección de los refuerzos el 29 de diciembre.
Y ya que hablamos de lucha por posiciones, Villa Clara y Granma no se han despegado en el tercer y cuarto escaños, por ese orden, pese a que los Alazanes superan en casi todos los indicadores durante la segunda ronda a los Azucareros.
Los Naranjas jugaron sin su mánager Vladimir Hernández en los primeros seis duelos tras la reanudación el 5 de diciembre. El mentor fue sancionado por conducta inapropiada en el choque del 25 de noviembre entre Ciego de Ávila y Villa Clara.
Ahora villaclareños y granmenses cruzan armas en Bayamo, compromiso que puede dejar más claras las cosas respecto a su ubicación final, mientras holguineros y camagüeyanos buscarán, frente a los punteros, mantenerse vivos en un sueño que ya solo se sustenta en fríos números.