Por Jorge Ebro
Ganas y pasión le sobran a Yoridán Martínez para enfrentar su primer showcase delante de los evaluadores de Grandes Ligas. Lo que le falta al prospecto cubano es un poco de historia, una pizca de trayectoria, números que puedan ser respaldados con Series Nacionales o eventos foráneos.
No es que sea un desconocido y menos improvisado en el deporte, Martínez sí tiene algo para mostrar: su recorrido por la liga de béisbol en España, país a donde llegó cuando apenas contaba con 12 años.
¿Pero será acaso suficiente?
«Estoy consciente de que mi fortuna se decidirá a partir de 4 de mayo en la demostración ante los scouts», comentó Martínez, actualmente con 22 años. «No voy a decir que no siento algo de presión por no haber tenido exposición en Cuba, pero no voy a sobre actuar, ni hacer cosas de más. Trataré de hacer lo que sé hacer. De ser quién soy».
Para saber quién es Martínez habría que remontarse a su natal Marianao, en La Habana, donde el chico comenzó a integrar equipos infantiles, hasta que su padre -que dos años antes había llegado a Barcelona- lo reclamara por reunificación familiar.
Sin perder tiempo, Martínez comenzó a practicar en los terrenos de la Ciudad Condal con el equipo de Sant Boi y ya a los 16 formaba parte de la selección nacional española en la categoría Sub 23.
«La liga de allá todavía no se compara a otras de más tradición», reconoció Martínez, quien radica en Los Angeles. «Pero al menos me permitió continuar practicando el deporte que amo y me ha servido de plataforma para llegar hasta este momento. Siempre estaré agradecido, pase lo que pase, a mis tiempos en España».
Justo cuando estaba en preparativos para venir, de la federación nacional hispana lo llamaron para que se juntara con el resto del equipo de la categoría principal, pero Martínez había tomado su decisión.
Venir a probar fortuna implica riesgos para Martínez, pues la liga española no implica un aval impresionante. Si en otros casos una actuación endeble puede ser camuflada con números o al menos permitir una invitación para otro showcase, en el suyo no existe margen de error.
«No creas que vino a lo loco, sin pensar en los riesgos, pero créeme que no le voy a hacer perder el tiempo a los scouts», afirmó Martínez. «Ha sido una decisión bien pensada, basada en talentos reales. Si tantos otros han llegado, yo también puedo hacerlo, aunque no venga con el linaje de otros».
Más de contacto que de poder, Martínez puede jugar los tres jardines y se considera un primer bate nato que vuela entre las bases. Admira mucho a Gregor Blanco, a Carlos González y Gerardo Parra.
En Cuba admiraba a Javier Méndez.
«Para mí sería un honor ganar un contrato, cualquiera que sea», recalcó Martínez. «Imagínate que contento se pondrá este cubanito con aires de España. La sorpresa siempre está a favor del que nada se espera. Yo quiero ser la sorpresa».
Read more here: http://www.elnuevoherald.com/deportes/beisbol/article147139039.html#storylink=cpy