Valorar la carrera de un jugador en la Gran Carpa por seis turnos al bate puede resultar contradictorio y provocar conclusiones incompletas. Justamente por ese camino ha transitado en los últimos meses el cienfueguero César Prieto, quien vio coronado este 2025 su sueño de ascender a la MLB pero allí no rindió acorde a lo deseado en el breve tiempo de juego recibido.
Su año comenzó, una vez más, en la filial en Triple A de los Cardenales de San Luis. El sureño se encargó de demostrar día a día que esa asignatura ya estaba aprobada y sus números avalaron esa afirmación.
En 121 compromisos bateó exactamente para .300 (460-138), con 79 anotadas y 71 remolcadas, esta última cifra récord personal para un año en las Menores. Su producción de extrabases fue meritoria, con 35 biangulares, cuatro triples y nueve batazos de vuelta completa.
No tuvo la efectividad anhelada en el robo de bases (46.2 %, de 26-12), recibió 39 boletos y se ponchó en 70 ocasiones. Acumuló 208 bases recorridas y dejó valores destacados en OBP (.363), slugging (.452) y OPS (.815). Se ubicó entre los punteros de la Liga Internacional en average (décimo), anotadas (igualado en el octavo puesto con Rece Hinds, de los Rojos), imparables (sexto), dobles (empatado en la cima con el mexicano Joey Meneses, de los Mets y José Rojas, de los Yankees) e intentos fallidos de robo de base.
Hasta ahí casi todo excelente pero lo que resultó un premio a su accionar también devino en una pesada cruz que carga a sus espaldas. Debutó en la Gran Carpa el 29 de agosto y allí recibió la oportunidad de actuar, únicamente, en tres desafíos.
Desempeño de César Prieto en la MLB
En seis veces al bate solo pudo apuntarse un hit por el cuadro, quedando su average en .167 y el OPS en .333. Lo que resultó marcadamente negativo fue el hecho de que sus cinco turnos fallidos fueron por la vía de los strikes.
Su única salida al terreno como titular fue el 31 de agosto cuando se marchó de 4-1, con tres “cafecitos” y, para hacer más fatídica la fecha, una pifia defendiendo el segundo cojín. En tan pequeña muestra su OPS+ finalizó en -5 y el WAR en -0.2.
Si bien su desempeño fue muy discreto en las Grandes Ligas, seis turnos al bate se antojan muy pocos para afirmar contundentemente que César es un pelotero de Triple A y que en las Mayores tiene poco que buscar. Sus características de juego puede que tampoco sea un factor que contribuya a deslumbrar a aficionados y directivos, en una época donde el señor jonrón es el plato fuerte codiciado por todos.
También es válido recordar que está en los Cardenales, una organización que, si bien ha sido la que más jugadores cubanos ha promovido en los últimos 10 años para su debut en la MLB, no ha otorgado demasiadas oportunidades a los nativos de la Mayor de las Antillas, descartando incluso a futuras estrellas como Randy Arozarena y Adolis García. No decimos que César vaya a alcanzar el nivel de estos dos últimos jugadores pero, en un escenario más favorable, sí que puede mostrar un mejor accionar comparado con el del 2025.
Su salario este año, según Spotrac, resultó de 760 000 dólares. En el 2026 le tocará batallar nuevamente por tener una oportunidad en la Gran Carpa, sea con San Luis o con otra entidad, y allí demostrar que su calidad va más allá de estos seis fatídicos turnos legales.
Números de por vida en MLB (2025)
JJ | AVE | (VB-H) | BB-SO | OPS |
---|---|---|---|---|
3 | .167 | (6-1) | 0-5 | .333 |

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