En su primera Serie Mundial desde 2009, los Yankees han confiado en su histórico poderío para enfrentarse a los Dodgers, en un duelo de titanes que revive una de las rivalidades más intensas del béisbol. Aunque la historia favorece a los Yankees, con 41 títulos de liga y 27 campeonatos, el equipo cayó en el Juego 1 tras un dramático “walk-off” de los Dodgers, que dejó la serie 1-0 en contra. Ahora, todos los ojos se centran en el cubanoamericano Carlos Rodón, quien será el encargado de subir al montículo en el Juego 2 y buscar emparejar la serie.
Rodón, quien llegó a los Yankees con altas expectativas tras una sólida temporada en San Francisco, ha demostrado una gran consistencia durante la postemporada. Con 22 ponches en sus primeras tres salidas con los Yankees en octubre, Rodón ha igualado marcas de leyendas como David Cone y Red Ruffing. Sin embargo, en su última salida en la Serie de Campeonato, permitió 2 carreras en 4.2 entradas, demostrando que, aunque ha sido sólido, necesita dar ese extra para neutralizar a la poderosa alineación de los Dodgers.
Carlos Rodón y el cierre de temporada
Rodón ha tenido un cierre de temporada excepcional, manteniendo un promedio de carreras limpias de 3.00 en sus últimas 13 aperturas y demostrando su capacidad para ajustar en momentos clave. Su dominio ante bateadores zurdos y su precisión en el montículo lo convierten en una pieza clave para los Yankees. Además, su experiencia y control de la situación pueden dar la estabilidad que el equipo necesita después de una dura derrota.
Para los Yankees, una victoria en el Juego 2 significaría mucho más que emparejar la serie: simbolizaría la oportunidad de retomar el control y volver al Bronx con una ventaja.
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