Por Joel García León
El equipo Cuba que nos representará en el torneo panamericano sub-23 (del 24 de noviembre al 3 de diciembre, en Panamá) tiene un reto clave a poco menos de que concluya un año sin grandes premios internacionales para nuestro béisbol: clasificar al mundial de la categoría, pero sobre todo luchar por el primer lugar de la lid.
Dicho así pudiera parecer alto el compromiso, pero la nómina que asistirá reúne a los mejores exponentes de esa edad en el país, algunos incluso con experiencia en ligas internacionales (Oscar Luis Colás, Liván Moinello y Raidel Martínez acaban de regresar de Japón) y eventos de primer nivel, en tanto es hora de aspirar a un título que nos regrese a los planos estelares.
El debut de Ariel Pestano como mentor promete un acento diferente hacia la ofensiva y un mejor manejo del pitcheo, imprescindible para quedar entre los tres primeros del grupo B y avanzar a la siguiente ronda, en la que se repartirán los cuatro boletos. Brasil y Argentina son los elencos más débiles de la llave, pero Colombia, Venezuela y Puerto Rico deben plantar más resistencia. En el apartado A figuran Costa Rica, Honduras, México, Perú, República Dominicana y Panamá.
Cuatro abridores, una alineación basada en la velocidad y el tacto, así como una defensa impecable, son atributos indiscutibles en el conjunto nacional, en el que serán necesarios los aportes de Ariel Martínez, Norel González, Yorbert Sánchez, Yoelquis Guibert y Yoelkis Céspedes, sin descartar a Raico Santos y Dasiel Sevila.
La oportunidad de que 13 jugadores enfrenten este torneo con la preparación y la forma deportiva que estaban exhibiendo en la Serie Nacional es otra fortaleza, sobre todo en el caso de los lanzadores. Lograr un team work en apenas 10 días es lo que sucede en la mayoría de los equipos que acuden a estos certámenes y nosotros no seremos excepción ahora, aunque la ventaja está en la armonía y cohesión que logre la dirección con esos muchachos.
Este equipo hubiera tenido una prueba de fuego ideal en el tope Cuba-Estados Unidos de julio pasado. Así lo asumen los norteños cada año. Ojalá sea este un punto de partida hacia un trabajo mejor organizado en la categoría que más persiguen los cazatalentos de la pelota profesional. De momento, las noticias de su desempeño alternarán con lo que pasa en nuestra temporada doméstica. Y bienvenida sean ambas. Eso también es fiebre beisbolera.
Equipo cubano: (De estos 24 nombres sobran dos)
Receptores: Ariel Martínez Marrero (MTZ), Yunior Barra Araque (SSP), Lionard Kindelán Bisset (SCU);
Jugadores de Cuadro: Oscar Luís Colás León (SCU), Norel González Beltrán (VCL), Yorbert Sánchez Zayas (LHA), Ricardo Ramos Lao (SCU), Roberto Acea Santovenia (VCL), Noel González Sanamé (HOL), Dasiel Sevila Pérez (SCU);
Jardineros: Yoelquis Guibert Stevens (SCU), Yoelkis Céspedes Maceo (GRA), Pedro M. León Fernández (MAY), Raico Santos Almeida (GRA);
Lanzadores: Yariel Rodríguez Yordi (CMG), Liván Moinelo Pita (PRI), Raidel Martínez Pérez (PRI), Ulfrido García Andujar (SCU), Yosver Zulueta González (VCL), Yousimar Cousín La Rosa (CMG), Carlos A. Pérez Vergara (CMG), Alejandro Meneces Abellei (LTU), Javier Mirabal Espinosa (VCL), Pedro Álvarez Jiménez (SSP).
Colectivo Técnico:
Director: Ariel Pestano Valdés
Entrenadores de bateo: Eriberto Rosales Hernández y Luis Ulacia Álvarez
Entrenadores de pitcheo: José Elosegui Sánchez y Juan de Dios Peña Malibrán
Médico: Francisco Montesinos Flores