La Comisión Nacional de Béisbol reaccionó a la entrevista realizada al carpintero pinareño Claudio Roba, publicada recientemente en Play Off Magazine, sobre su trabajo en la fabricación de implementos deportivos.
En el diálogo, Roba habló sobre la adquisición de bates de béisbol a precios muy elevados en el extranjero, existiendo la oportunidad de comprárselos a cuentapropistas cubanos, con un costo menor y de gran calidad.
Yosvani Aragón, Comisionado Nacional de Béisbol, se acercó a este periodista, interesado y dispuesto a verificar lo explicado por el entrevistado, para intentar llegar a un acuerdo con el artesano .
Incluso, el directivo se refirió a la posibilidad de proporcionar madera en bruto, dispuesta para estos fines, con el objetivo de bajar aún más los precios.
Los criterios de Roba, Licenciado en Cultura Física y especialista en el arte de las maderas, generaron el debate en las redes sociales sobre el movimiento deportivo de la Isla, que consume ingentes recursos económicos año tras año.
A su carpintería particular acuden peloteros de distintas categorías en busca de sus bates, famosos por su poco peso, durabilidad y acabado impecable. Atletas como Yoandry Urguellés, Osmani Urrutia y Ariel Pestano los han utilizado para jugar.
Los suyos cuestan 20 cuc y son muy resistentes, mientras los usados en la Serie Nacional se compran en el extranjero a unos 180 cuc, y muchos se parten con facilidad.
“En el año 2008 se llevaron unos de muestra para la Habana y le hicieron varias pruebas científicas. Me dieron una carta avalada donde dice que soportaron como media 22 800 impactos y se los dieron al equipo nacional que en esos días salía a competir al exterior”, dijo Roba.
De concretarse un acercamiento entre el carpintero y la Comisión Nacional, podrían ahorrarse miles de dólares. Además, se estimularía la producción nacional de implementos deportivos.
En distintos lugares de Cuba hay personas que hacen bates, guantes, spikes, o como el mismo Roba, hasta arcos.
Desde 1997, la Industria Deportiva cambió su nombre por el de Empresa Productora y Comercializadora de Artículos Deportivos, pero mantuvo en esencia los mismos objetivos y la propiedad de la marca registrada Batos.
La entidad sufrió el impacto del Período Especial y sus indicadores se desplomaron: antes de 1990 producía 527 productos, que se redujeron en poco tiempo a 86, fundamentalmente centrados en el área textil para garantizar los vestuarios de los atletas.
(Tomado de Playoff Magazine)