Ronel Blanco volvió a brillar (no importa cuando leas esto) sobre la lomita de Minute Maid Park y los Astros se impusieron este domingo con pizarra final de cuatro anotaciones por una a los Tigres de Detroit, ganándoles 2-1 la serie de fin de semana. El equipo sideral contó con una excelente faena de su cuerpo de lanzadores, sobre todo del abridor dominicano Ronel Blanco, quien se mantuvo tirando un juego sin hit ni carreras por espacio de siete episodios completos.
En su trabajo Blanco embasó apenas a tres rivales, todos en el quinto capítulo, y cada uno de ellos por la misma vía (boleto). Además propinó ocho ponches, redujo su efectividad hasta 2.43 y conquistó su séptimo éxito del torneo (líder del equipo). “Se siente muy bien. El triunfo se lo dedico a mi padre y a todos los padres que están aquí. Esa era una de las razones por las que debía lanzar bien hoy”, dijo el dominicano al término de su salida en relación al Día de los Padres.
Ya con dos outs en la octava entrada el veterano Ryan Pressly permitió sencillo a la pradera central de leadoff hitter Wenceel Pérez y se rompió el hechizo del no hitter, sin embargo en su favor hay que decir que trabajó una entrada sin admitir carreras después de un duro comienzo de temporada. Josh Hader en la novena aceptó otro par de indiscutibles y toleró la única rayita de los felinos.
La ofensiva se fue tempranamente sobre los envíos del nipón Kenta Maeda y le fabricaron las cuatro carreras en las primeras dos entradas. No obstante, luego de ahí se “durmieron” y no pudieron producir más. Un hit impulsor de Yordan Álvarez en el primer episodio, unido a un cuadrangular de tres carreras de José Altuve en la segunda fue todo el gasto ofensivo anfitrión.
Tanto Álvarez como Altuve duplicaron en el casillero de los hits, dejando en Mauricio Dubon el quinto y último imparable por la tropa vencedora. El único extrabase fue precisamente el batazo de vuelta completa del camarero venezolano.
Los Astros, ahora con balance de 33-39, viajan hoy mismo al sur de Chicago para descansar mañana y enfrentar desde el martes en una serie de tres partidos a los Medias Blancas de Chicago. El equipo de la ciudad de Los vientos posee el peor record de la industria (19-53), pero cuenta en sus filas con algunas individualidades que bien podrían entorpecer el objetivo de los siderales. El más prominente de ellos, obviamente el zurdo Garrett Crochet, abridor del día miércoles.