Con sus habituales altibajos en el inicio de esta temporada se mantuvieron los Astros de Houston, al caer este martes 3-4 ante los Reales de Kansas City, en duelo que se extendió a diez entradas, en el Kauffman Stadium.
El revés sucedió pese a otra jornada a gran altura con el madero del tunero Yordan Álvarez, quien se fue de 5-4 (incluyendo un doble), con par de remolcadas. También en las filas de los siderales el cienfueguero José Abreu vio un rayito de luz en su prolongado y tradicional slump de inicios de contienda, al conectar de 4-1 (apenas su tercer imparable del año), con un ponche.
Un tercer cubano salió al terreno en el duelo, Dairon Blanco, quien entró como corredor emergente en el el octavo inning por MJ Melendez, se robó la segunda base y se quedó luego defendiendo la pradera izquierda, sin llegar a consumir turnos al bate.
Houston atacó temprano en el marcador y a la altura del cuarto episodio ya mandaba 3-0. Pero en el cierre del quinto los locales fabricaron racimo de tres anotaciones para empatar el encuentro, apoyados en triple de Bobby Witt Jr. y error del antesalista Alex Bregman.
A partir de entonces se sucedieron los ceros por uno y otro bando, incluyendo el inicio del décimo para los Astros, cuando con regla Schiller vigente, el bateador Jake Meyers se ponchó, con dos outs, y dejó en la antesala esperando remolque a Yainer Díaz.
Kansas no perdonó su oportunidad en el cierre de ese inning. Puso a correr en segunda base a Garrett Hampson y acto seguido el venezolano Salvador Pérez pegó cohete al jardín central, remolcando a Hampson y dejando al campo a Houston.
El triunfo fue para James McArthur (1-0), con dos entradas de labor, apenas un hit concedido y par de chocolates. El revés fue a los números del dominicano Wander Suero (0-1), quien entró a lanzar en el décimo episodio y poco pudo hacer para la causa de Houston. Los siderales doblaron en hits a sus rivales (14-7) pero no pudieron ligar con oportunidad.
Ahora los Astros acumulan marca de 4-8, empatados en el sótano de la División Oeste de la Liga Americana con los Marineros de Seattle, una llave muy pareja y donde entre el primero (Angelinos y Vigilantes) y último lugares apenas hay 2.5 juegos de diferencia. Ello abre amplias posibilidades para que los Astros puedan remontar este inestable inicio y volver a los lugares esperados por su afición.