Por Yusseff Díaz.
Los Dragones de Chunichi firmaron al receptor Ariel Martínez este marzo, para que viera acción en su programa de desarrollo de jugadores durante la campaña 2018.
El receptor de 21 años, quien lleva el uniforme número 210, sólo podrá ver acción con el equipo menor de la organización, aunque siempre es posible que sea promovido al conjunto mayor en algún momento del año.
Martínez se convierte así en el tercer cubano en sumarse al programa de desarrollo de jugadores de Chunichi, luego de que sus compatriotas Raidel Martínez y Leonardo Urgellés lo hicieran el año pasado.
El conjunto de Nagoya, tal como ya lo están haciendo otros clubes japoneses, está realizando una apuesta a futuro con los antillanos y su esperanza es que en 2 o 3 años, al menos uno de ellos esté listo para ayudar al equipo en la máxima categoría de la NPB.
Esta temporada en 8 juegos con el equipo menor de los Dragones está bateando .188 con 3 empujadas, pero esos números mejorarán con más turnos al bate, porque talento es algo que no le falta al catcher joven.
La Serie Nacional pasada el yumurino bateó .263 con 6 vuelacercas y 31 remolcadas en las primeras dos etapas del torneo con Matanzas.
https://youtu.be/DWwi9uDKz-k
¿Cuál es tu meta para esta temporada?
Para esta temporada quiero aprender y mejorar la defensa que los catchers japoneses son fuertes en eso y quiero aprovechar eso, también quiero mejorar mi contrato entrando al roster de 70, si logro eso ya sería un éxito este año aquí.
¿Explícame la diferencia entre el pitcheo japonés y el cubano, cuáles ajustes has tenido que hacer para acostumbrarte al pitcheo de la Liga Nipona?
Hasta ahora he jugado poco y me he enfrentado en los 4 ó 5 juegos que he participado a un pitcher canadiense, un americano y los demás japoneses, no hay tanta diferencia en calidad porque es bastante parecida a la de Cuba, eso sí, los japoneses no tienen miedo a pitchar pegado, lo hacen bastante y tienen control con todos sus lanzamientos, tanto en recta como en rompimiento, eso les falta a muchos pitchers jóvenes en Cuba y a otros no tan jóvenes también.
El ajuste que estoy tratando de hacer es hacerle más swing a la bola adentro porque he tenido varios ponches sin tirarle con ese lanzamiento.
En la gira del Can-Am y el tope amistoso con el equipo nacional colegial estadounidense el verano pasado tomaste mucha experiencia. ¿Qué aprendiste en esos topes que te ayudó luego en Japón?
La gira del verano pasado el principal aporte que hizo en mí fue que mejoré mucho la defensa, casi que yo era el catcher defensivo del equipo jugué muchos juegos que fueron cerrados y que los contrarios estaban constantemente saliendo a robo y me ayudó a crecer en ese aspecto. Después con la Serie Nacional con más partidos de pelota a mis espaldas noté la mejoría. Creo que si no hubiera llegado así aquí a Japón estuviera pasando problemas y hasta ahora lo mejor aquí ha sido esa parte.
¿Cómo te ha ayudado teniendo a tus compatriotas Raidel Martínez contigo en la sucursal de los Dragones y Dayán Viciedo en el equipo mayor?
Tener a Viciedo es muy bueno, es un pelotero con experiencia de MLB y de la grande aquí, todo lo que me dice siempre lo grabo y me ayuda siempre con cualquier implemento que me pueda faltar, Raidel ha sido importante porque los dos primeros juegos que jugué fue para catcharle a él, sino no estuviera aquí, él que habla español me hubiera demorado más en jugar, además tuvo buena actuación e hicieron que los entrenadores confiaran en mí para ponerme con los lanzadores japoneses también.
Tomando en cuenta que juegas en un país foráneo y se habla otro idioma, ¿cómo te comunicas con los lanzadores que no hablan español?
Los únicos que hablamos español somos Raidel y yo, y ahora yo solo, pues Raidel está que da sus brincos a la liga mayor, estuve al principio como 20 días sin jugar, mucho bullpen y ejercicios con los lanzadores, eso fue bueno me llevo bien con ellos y con su ayuda y la del traductor ya me sé algunas palabras necesarias para poder comunicarme con los lanzadores, pero cuando tenga que decirle sobre un detalle que yo vea o un análisis del trabajo, sí acudo al traductor. Es complicado pero siempre se sale adelante.
Hay comparaciones entre tú y Ariel Pestano de joven. ¿Qué tú crees de estas comparaciones?
Yo nunca he oído nada en Cuba de esas comparaciones, lo único que compartimos es el nombre, el es una leyenda de la posición y del béisbol cubano en general, fue muy grande, escribió lindas hazañas. Yo no puedo ni quiero que me pongan al lado de él, ojalá poder tener su destreza defensiva sería de muy buena confianza. Pero la verdad yo trato de jugar a mi forma, no quiero parecerme a nadie, quiero escribir mi carrera de una forma diferente ya que lo que más me gusta del béisbol es esa parte.
La ofensiva la disfruto mucho, tanto en el entrenamiento como en el juego. Ojalá que cuando termine mi carrera me pongan al lado de Pestano o de Juan Castro, pero me gustaría más que me pusieran al lado de Lázaro Junco o de Muñoz.
Sobre Despaigne o de los estelares bateadores cubanos que hay en MLB, esas comparaciones sí me gustarían, la tarea es difícil, pues “hay que batear”, pero me gusta.
¿Quién es tu receptor favorito del presente o el pasado?
El receptor del pasado es Ariel Pestano, todos los niños de mi generación que estábamos en esta posición queríamos ser como él, y del presente disfruto mucho viendo jugar al venezolano Salvador Pérez, cada vez que tengo la posibilidad de ver un juego de Kansas City.