En la soledad del clubhouse de los Padres, Alexei Ramírez mira en su celular la primera pelea entre Roberto «Mano de Piedra» Durán y Ray Sugar Leonard, cuando nota la presencia del periodista y pone punto final al video justo cuando otorgan la decisión.
Probablemente después vio la revancha, pero el campocorto de Pinar del Río jamás gritará «ya no más», cuando se trata de su carrera y su futuro, ahora que se encuentra relegado a un segundo plano.
Ramírez solía ser el caballo de batalla del contingente cubano en Grandes Ligas y en ninguna de sus ocho temporadas previas jugó menos de 136 partidos, pero en esta contienda la cifra peligra en medio de rumores de que sería dejado en libertad para darle espacio a peloteros más jóvenes.
Ciertamente, sus números han bajado, su confianza en que todo mejorará, no.
Parece que fue ayer, pero ya llevas nueve temporadas en las Mayores.
«Ha pasado bastante tiempo desde aquel 2008 en que firmé con Chicago. Si he llegado a esta momento ha sido a base de disciplina y entrenamiento, de hacer las cosas que me piden con ética de trabajo y profesionalismo».
Hablando de momento, ¿el equipo te está pidiendo un sacrificio?
«Nunca antes había estado en esta posición. Estaba acostumbrado a jugar todos los días, pero lo principal es mantener la mentalidad de que soy titular, de que mi nombre va aparecer en la alineación. Hay que mantenerse positivo en las buenas y las malas».
Ahora que no eres titular, ¿dónde encuentras la motivación para jugar al máximo?
«Mi familia, mis hijos, yo mismo me digo que tengo el trabajo mejor del mundo. Lo importante es saber que uno puede hacer las cosas, creer en uno mismo. Créeme, en todo lo hago siempre doy el máximo».
Vives por acá, ¿qué significa jugar por estos días en Miami?
«Es curioso. En ocho años con Chicago nunca pude venir a jugar a Miami, aunque siempre quise hacerlo. Ahora se me da la posibilidad con San Diego y no sé si podré jugar de titular. Por suerte, sé que mucha gente cubana aquí me quiere y me sigue».
Brayan Peña, Kendrys Morales y tú ya pueden ser llamados veteranos.
«Si supieras, no me veo tan veterano. Me veo como un muchacho que llegó de Cuba ayer, que mantiene la misma pasión y el deseo del primer instante en que debutó. Ese pensamiento me hace fuerte».
¿Hasta cuando vas a seguir jugando?
«Hasta que Dios quiera. Tengo la fuerza y la disposición. Los números podrán decir cualquier cosa, pero mi mente será joven para siempre. Si el cuerpo la acompaña…Dios sabrá».
Como esa pelea que veías de Roberto Durán, ¿crees que un pelotero es similar a un boxeador en eso de levantarse tras una caída?
«No importa el deporte, siempre, en algún momento vas a lidiar con la adversidad y debes estar preparado para eso. Durán se cayó algunas veces y volvió a levantarse. Es una fuente de inspiración para todos los latinos».
