Adrián Morejón vivió una página inédita en su carrera en Grandes Ligas este miércoles 7 de agosto, cuando se anotó su primer juego salvado de por vida, en el triunfo de los Padres de San Diego 9-8 sobre los Piratas de Pittsburgh, duelo que se extendió a diez entradas y contó con la presencia de 21 528 aficionados en el PNC Park.
El desafío marchaba abrazado a seis anotaciones por bando tras los nueve episodios reglamentarios, lo cual obligó a disputar entradas extras con la Regla Schiller en acción.
En el inicio del décimo los frailes pisaron tres veces la goma y se pusieron a tres outs de la victoria. Pero en el cierre de ese capítulo su lanzador Tanner Scott se complicó, regalando tres boletos en línea, permitiendo una carrera y dejando las bases llenas.
Fue entonces cuando el cuerpo de dirección optó por sustituirlo y poner en su lugar al zurdo mayabequense, quien recibió una verdadera “papa caliente”.
Empezó tirando un wild pitch que abrió las puertas del home a la octava carrera local y cerró el marcador 9-8. En su turno al bate, Isiah Kiner-Falefa pegó roletazo por el campo corto, que sirvió para poner out en la goma al corredor de tercera, Andrew McCutchen, quedando con vida Kiner-Falefa en la inicial por bola ocupada.
A continuación Morejón ponchó a Connor Joe. Le tocó comparecer en la caja de bateo a otro cubano, Yasmani Grandal, momento que aprovechó Kiner-Falefa para robarse la segunda base y poner más tenso el momento, con los anfitriones teniendo empate y victoria en la antesala y la intermedia, respectivamente.
Morejón borró los nervios y dominó al artemiseño en batazo de torpedero a primera, siendo este el out final del peleado encuentro. El serpentinero de la Mayor de las Antillas realizó 13 envíos para la goma, de los cuales 8 (61.5 %) fueron strikes. Su velocidad máxima en la noche fue de 97.9 mph, con una sinker precisamente frente a Grandal.