El lanzador Adrián Morejón va siendo una de las noticias agradables en el inicio de la campaña del 2025 de la MLB para los cubanos. Salida tras salida se afianza en el bullpen de los Padres de San Diego, nada menos que una de las franquicias punteras en este arranque y favoritas precompetencia para acceder a la Serie Mundial, pese a la presencia en su división de otro gigante como los Dodgers de Los Ángeles.
Recientemente el serpentinero mayabequense brindó declaraciones a nuestro medio, cuya primera parte brindamos a continuación:
PC: ¿Qué ajustes hiciste después que regresaste de la lesión?
Adrián Morejón: Fue un trabajo en equipo, con ayuda del manager, de los entrenadores de pitcheo, del staff, de los masajistas, de la gente en el gimnasio, todos, porque fue un proceso largo de conocerme, de saber lo que me podría ayudar. Ya siento que he madurado bastante físicamente y eso me ha ayudado a conocer mi cuerpo, a saber lo que tengo que hacer para prepararme. Siento que el cambio a ser relevista fue de gran ayuda, ya que así me puedo mantener más saludable del brazo.
Adrián Morejón no siente presión por lanzar con un elenco competitivo como San Diego
PC: En tu caso particular, ¿hubieras preferido debutar con un equipo sin presión o asumir esa carga de trabajo desde el mismo arranque de tu carrera?
Adrián Morejón: Yo siento que no, nunca he pensado en eso, la verdad. Siempre este fue el equipo que me dio la oportunidad, primero de firmar y después de llegar a las Grandes Ligas, entonces no me preocupa la presión que tenga el equipo. Al final, para eso estamos aquí y en algún momento de la carrera casi todos vamos a pasar por equipos así y me siento bien con estar en este momento aquí.
PC: Hay grandes lanzadores que comparten vestuario contigo: Yu Darvish, Joe Musgrove, Michael King, ahora también Dylan Cease. ¿Qué aprendes de ellos?
Adrián Morejón: Yo siento que, sobre todo para mí que llegué aquí bastante joven, la mayor cosa que me puedo llevar de cada uno de ellos es su ética de trabajo. Eso es algo que en Cuba no se trabaja prácticamente nada y uno llega aquí y los mira, pues ellos son, como se dice “los caballos” del equipo, y tienen una ética de trabajo, que es parte fundamental del éxito de todos ellos. Eso es una gran enseñanza que te puedes llevar de cada uno de ellos.