Por: Javier González
Las vueltas que da la vida. La temporada 2018 para el torpedero santiaguero Adeiny Hechevarria comenzó con una incómoda audiencia de arbitraje salarial, que puso frente a frente a el y sus representantes (Praver Shapiro Sports Management) por un bando, y al máximo ejecutivo en las oficinas de los Rays de Tampa Matthew Silverman por el otro. Todo esto después de que ambas partes no pudieran llegar a un consenso para establecer el salario del cubano, quien entraba en su último año bajo control de la organización. La gerencia de los Rays no subía su cifra de 5.35 millones, mientras que los requerimientos del pelotero andaban por los 5.9 millones. Al final un juez terminó fallando en su favor el día 3 de Febrero.
Desde el mismo Opening Day, el cubano, quien para ese entonces vestía el uniforme de la organización del centro-oeste de la Florida, sabía que su puesto en el equipo era una bomba de tiempo, dado que en el nivel más avanzado de las fincas, se encontraba el dominicano Willy Adames, quien era visto como el futuro de las paradas cortas en los Rays. Muy a pesar de algunos periodos en la Lista de Lesionados, los cuales le costaron prácticamente un mes de juego (19 de Mayo-17 Junio), Adeiny tuvo una línea ofensiva de 258./289./332./621, con 10 extrabases en los 61 desafíos que jugó para ellos, al tiempo que mantenía una magistral defensa de la posición.
Ya para la fecha límite de cambios, todas las sospechas que se tenían en Spring Training se fueron confirmando, cuando Silverman se puso en contacto con sus colegas de equipos contenedores para hacerles saber que tenían a su torpedero disponible en el mercado. Pasó el 31 de Julio y nadie se interesó en sus servicios, lo que provocó que al siguiente día, los Rays lo designaran para asignación, poniendo punto final a su pasantía con ellos.
El día 6 de agosto, a menos de una semana de ser DFA por Tampa, los Piratas lo reclamaron y lo llevaron a la ciudad de Pittsburgh.
Con los bucaneros Adeiny jugó apenas 15 desafíos, aportando principalmente en funciones defensivas para la tropa del manager Clint Hurdle, sus números ofensivos siguieron sin impresionar, sin embargo, ante el asombro de muchos, el día 31 de agosto, fecha límite para incluir en listados de play off a los peloteros adquiridos de otras organizaciones, los Yankees de Nueva York llamaron a las oficinas de Neal Huntington para negociar por el cubano. Así, el primero de septiembre, Hechevarria vestía su tercer uniforme del año, esta vez uno de un equipo que con toda seguridad iría a play off. ¿Cuál fue la moneda de cambio? Bueno, se dijo que había sido “dinero en efectivo”, pero la cantidad fue tan insignificante que ni siquiera la prensa especializada se dio a la tarea de investigar.
El tema en cuestión es, que los del Bronx estaban atravesando problemas en las paradas cortas, dada la situación de salud del holandés Didi Gregorius, y Adeiny podría encajar de una manera fundamental en los planes de Aarón Boone.
Con los Mulos de Manhattan, el santiaguero de 29 años ha visto acciónen 12 pleitos, desempeñándose no solamente en el shortstop, sino también en la antesala, una posición que no jugaba desde 2012, año en que debutó con los Azulejos de Toronto, dejando un promedio defensivo inmaculado en ambas (.1000 promedio de defensa).
En el día de hoy el manager de los newyorquinos ha brindado unas declaraciones nada halagüeñas para la fanaticada de los Yankees. Se trata de que el torpedero titular del equipo, Didi Gregorius, se ha lesionado en un accidente no relacionado con el béisbol (en un tobogán ayer). La lesión fue descrita como un desgarro del cartílago de una de sus muñecas, y el propio Boone advirtió a la prensa que las posibilidades de que regrese este año sin demasiado remotas. El holandés recibió una inyección de cortisona y es lo único que se conoce hasta del momento acerca de su situación.
Ante esta situación embarazosa para los del Bronx, es el propio Adeiny la principal carta para sustituir a Gregorius en octubre. Quien lo diría!!, un individuo que tuvo que ganarse su salario en una audiencia de arbitraje salarial, que posteriormente fue designado para asignación y en última instancia cambiado por “dinero en efectivo” a su tercer equipo del año.
Enhorabuena para el.