POR JORGE EBRO
Parece que fue ayer, pero ha pasado más de una década desde que Noel Argüelles saliera de Cuba con apenas 19 años en busca de una ilusión que le ha sido esquiva y extraña: la de jugar Grandes Ligas.
En algún momento, en diciembre del 2009, su promesa se asomaba enorme y no por gusto los Reales le otorgaron un contrato de $7 millones –más otros $2 en incentivos- por cinco temporadas que nunca llegaron a concretarse por un rosario de lesiones y algunos errores.
A pesar de lo que él mismo reconoce como “golpes de la vida’’, se ha aferrado a su sueño contra viento y marea en espera de una segunda oportunidad. Si alguien se la merece es Noel Argüelles.
¿En qué punto te encuentras ahora?
“Me estoy preparando, entrenando fuerte todos los días. Dentro de mí algo me dice que todavía puedo. Estoy tocando puertas para ver si alguien me da el chance de demostrar que todavía puedo seguir mi sueño’’.
¿Cómo está la recta, el arsenal en general?
“Ahora mismo estoy tirando bullpen una vez por semana. Me encuentro entre 93 y 94 millas por hora. Solo necesito lanzar más innings para que el brazo siga fortaleciéndose cada vez más’’.
¿Qué puertas estás tocando?
“Ahora mismo voy buscando contactos con ligas invernales, independientes, donde me puedan dar el chance. No tengo miedo de empezar de cero. Tengo la juventud y tengo la fuerza, más la experiencia’’.
Parecías hecho para grandes cosas, ¿qué pasó?
“Ha sido un proceso duro, con muchas lesiones y errores. No todo el mundo corre con la misma suerte. A veces a uno le toca difícil. Lo importante es que el brazo se recuperó y todavía vive el sueño. Lo importante es recibir esa segunda oportunidad’’.
¿Te has desesperado en tanto tiempo?
“Sí, me he desesperado, porque era el sueño de uno y uno lucha y ve como no se abren las puertas. Muchas cosas negativas. Pero hay que seguir adelante. Lo que pasó, pasó. Son experiencias. Errores que uno hace al llegar tan joven aquí. La vida me ha dado muchos golpes y tengo la experiencia y la madurez para seguir adelante’’.
¿Pensaste en algún momento que tu carrera había terminado?
“Lo pensé muchas veces. Cuando me operé, cuando el equipo [los Reales] me dejó libre. Pero siempre pudo más el deseo de seguir batallando. Y entonces recordaba los tiempos en que no tenía nada y también luchaba. Eso me inspiraba’’.
¿Qué es lo mejor y lo peor que te ha pasado en el béisbol?
“Lo más grande fue salir de Cuba y firmar con un equipo profesional, muy poca gente tiene esa oportunidad y me siento afortunado por eso. Lo peor fue tocar fondo, cuando me dejaron libre y tuve que empezar desde el principio, cuando debía estar jugando’’.
Se volviera el tiempo atrás, ¿lo harías todo igual?
“Sí, todo llega con experiencia. Cuando uno es joven los errores tienen que pasar para conocer y llegar a la madurez. Este es un país que no es el nuestro y a veces nos choca un poco, pero hay que mantener la mente positiva’’.
¿Crees merecer esa segunda oportunidad?
“Todo el mundo necesita una segunda oportunidad, sobre todo cuando no se le ha hecho mal a nadie. Hay que seguir en la batalla. Sí, creo que la merezco. He aprendido mucho dentro y fuera del terreno. Ya no tengo 20 años, son 28 y me siento listo para enfrentar lo que venga’’.
Si vieras a un chico que acaba de firmar un contrato, ¿qué le dirías?
“Un consejo que me dieron y que en ese momento no asimilé del todo. Hay que escuchar y aprender. No se puede ser testarudo ni hacer las cosas de la manera que uno entiende. Hay que dejarse ayudar’’.