Por Mayli Estévez Pérez

Vanguardia se acerca a los entrenamientos en el Sandino de la preselección villaclareña del sub 23. ¿Cómo le irá a Pestano de director?

¡Dieciséis segundos, este es el equipo de los 16 segundos!, grita el preparador Humberto Guevara a los veinteañeros que arrancan del home para darle la vuelta al cuadro en, sí, 16 segundos.

«Nadie por encima de 16 —y se fija en el cronómetro—, ese es el número de hoy, mañana probaremos con 15 segundos. Tómense 3 minutos», dice Guevara en un tono más pausado y se encamina hacia el cargabates, en busca de las pelotas Mizuno. Habrá simulación de jugadas en unos instantes.

Guevara me mira y dice: «Queremos que los entrenamientos sean más animados, pero igual de estrictos». ¡Les queda un minuto!, grita a los muchachos que se refrescan a sus espaldas.

Daniel López Moreno es uno de los que hicieron mejor tiempo en la vuelta al cuadro, pero su función se presume como cuarto madero del team que dirige Ariel Pestano. Todos dicen que a López Moreno da gusto verlo batear, que tiene una técnica exquisita.

«Si soy el cuarto bate como me han probado hasta ahora, el objetivo es aportar lo mejor de mí. Lo de la técnica se debe al esfuerzo de años y una buena preparación de mis entrenadores. Aunque no soy muy jonronero porque le tiro alineado a la bola, sí soy impulsador, bateador de tacto; el jonrón sale solo, no se busca. Lo importante es aportar en lo colectivo. Nuestro director Pestano es un pelotero histórico en Villa Clara y en Cuba, su experiencia nos enriquece siempre y gracias a él avanzamos», comenta.

Por la zona del jardín derecho se ve al olímpico Eliecer Montes de Oca, siguiendo al mejor lanzador cubano del Panamericano sub-18, Yosbel Zulueta.

«Aquí tenemos la cantera del “Villa Clara” de mayores y trabajamos fuerte con ellos. Terminamos los entrenamientos en la loma del Capiro, también el de la playa, y la próxima semana empezamos con los bullpenes. Para nosotros el pitcheo siempre ha sido el eje fundamental, así que pienso esto no cambie para el sub-23», dice uno de los voltenses más afamados de la pelota cubana.

Uno que se estrena en el staff de pitcheo es Eduardo Rodríguez, coequipero de Zulueta en el Panamericano Sub-18, y quien el pasado fin de semana fue llamado al «Latino» a exámenes por scout japoneses.

«Nos midieron la velocidad, examinaban nuestros movimientos y los tipos de lanzamiento que dominábamos, pero no salí como yo pensaba. La recta solo me llegó a 86 millas, y yo he tirado más; pero justo esa semana estuvimos con las cargas del entrenamiento en la playa y estaba agotado», cuenta Rodríguez.

Montes de Oca manda a romper la seguidilla de envíos, mientras el mentor Pestano conversa con Julio Miranda, el receptor más curtido de este equipo. Van a practicar el toque de bola y las reacciones en todas las posiciones del cuadro a la defensa. El primero en agacharse en el plato es Pestano Jr. Su padre y director le recuerda que la indicación de tirar a la antesala se tiene que escuchar alto.

«Estoy muy contento con este equipo, con el sistema de juego que hemos desempeñado. El miércoles jugamos con Cienfuegos, el equipo por derrotar en esta zona, y a los muchachos se les vio muy bien, a pesar de toda la carga que tienen encima. Pero esta es una carrera larga, hay que seguirlos preparando porque muchos de ellos llegan sin base formativa sólida. Hay que enseñarles muchas cosas básicas a esta altura. Como director voy bien, siempre les digo que aprovechen la experiencia de este colectivo técnico que les acompaña», concluye Pestano, y vuelve a su sitio, a medio camino entre la receptoría y el box. Allí vuelve a gritar: ¡Vamos, como si fuera una situación de juego!