Por: Claudio Rodriguez Otero
Como no podría ser de otra forma, la última columna del año se la dedicamos a nuestro ya tradicional resumen de la actuación de todos los peloteros cubanos que vieron acción en la NPB en la temporada 2015.
Nada menos que 7 representantes de la región implantaron un nuevo récord de presencia hispana en el circuito y si bien no destacaron tanto como en 2014, sus actuaciones sin duda tuvieron mucha notoriedad.
A continuación les presentamos un breve resumen de lo que hicieron todos y cada uno de esos 7 jugadores, comenzando por los que, en nuestra opinión, fueron los más sobresalientes y terminando con aquellos que, lamentablemente, no lograron tener el éxito que ellos hubieran deseado.
A la hora de evaluar cada pelotero tomamos en cuenta sus números tanto ofensivos como defensivos, el impacto que tuvo en su respectiva liga y los títulos que ganó. Adicionalmente, ofrecemos un breve pronóstico de su futuro en Japón.
Alfredo Despaigne. El cotizado toletero cubano de los Marinos de Lotte registró otra exitosa campaña en Japón, si bien sus números finales no fueron tan impresionantes como se esperaba: bateó para .258, con 18 jonrones y 62 empujadas en 103 partidos. No obstante, su contribución fue clave para la clasificación del equipo a la postemporada, por lo que la gerencia quedó muy satisfecha con su actuación y sin duda esperará con ansias verlo de nuevo en acción el año que viene, momento en el que cumplirá el último año de su presente contrato.
Raúl Valdés. El veterano lanzador cubano de los Dragones de Chunichi tuvo un exitoso debut en la NPB este año, si bien sus números finales (récord de 5-8, con una efectividad de 3.18) no reflejan lo importante que fue su aporte al equipo y la mucha confianza que recibió por parte de su manager. Una lesión lo mantuvo fuera de los terrenos de juego por casi dos meses, pero tras regresar mantuvo su buen rendimiento sobre el montículo, razón por la cual el club lo mantiene en sus planes para el año que viene.
Yoslán Herrera. A pesar de algunos altibajos que tuvo en los primeros dos meses de la temporada, el lanzador cubano de las Estrellas de DeNA tuvo también un exitoso debut en la NPB este año. Su récord de 5-4 y sus 22 holds en 52 apariciones como relevista intermedio, sumados a su sólida efectividad de 2.96, hablan por sí solos. Si bien su equipo terminó en el último lugar de la tabla de clasificación, la gerencia no dudó en renovarlo para el año que viene.
Leslie Anderson. El toletero cubano de los Gigantes de Yomiuri, que comenzó el año recuperándose de una operación en su codo, no pudo repetir en 2015 el éxito que tuvo en su debut en la liga en 2014, cuando bateó para .319, con 15 jonrones y 50 empujadas en 87 partidos. En esta ocasión, su promedio descendió a .252 y sus totales de jonrones y empujadas se limitaron a 7 y 31, respectivamente, en 83 juegos. A pesar de todo, el equipo decidió darle una oportunidad más y le renovó su contrato para 2016.
Bárbaro Cañizares. Tal como ocurrió durante su debut en la NPB el año pasado, el veterano toletero cubano de los Halcones de SoftBank apenas pudo ver acción esta temporada debido a la escasez de cupos para extranjeros en el roster del equipo. Sin embargo, logró coronarse campeón de liga y de la Serie de Japón por segundo año consecutivo, además de batear para .333, conectar su primer jonrón en el circuito y remolcar 3 carreras en los 14 partidos en los que pudo ver acción, razón por la cual el club lo mantiene en sus planes para 2016.
Héctor Mendoza. El joven lanzador cubano de los Gigantes de Yomiuri finalmente logró debutar en la NPB este año, luego de pasar toda la campaña 2014 en el conjunto filial de la organización. No obstante, apenas vio acción en 2 partidos, por lo que sigue siendo muy difícil conocer su verdadero potencial para jugar en la liga. A pesar de todo, el club sigue teniendo fe en él y por esa razón lo mantiene en sus planes para el año que viene.
Frederich Cepeda. El veterano toletero cubano de los Gigantes de Yomiuri confirmó este año, luego de su decepcionante debut en la NPB en 2014, que el béisbol japonés no está hecho para él. Si bien es cierto que desde que llegó a Japón el equipo no lo ha sabido utilizar, también lo es que simplemente no se ha podido adaptar al estilo de los lanzadores japoneses. En 2014, si bien logró conectar 6 cuadrangulares y remolcar 18 carreras, apenas pudo batear para .194 en 52 partidos, por lo que parecía que su paso por Japón se reduciría a sólo una campaña. No obstante, por alguna razón desconocida el club decidió renovarle su contrato este año sólo para observar cómo en esta ocasión se fue en blanco en 21 turnos y terminó la temporada con un promedio de .000. Esta vez, la gerencia sí tomó la decisión de dejarlo en libertad y, tomando en cuenta sus números hasta ahora, lo más probable es que no vuelva a jugar en la NPB.