JORGE EBRO
El nombre de José Fernández causó mucho revuelo sin que su presencia física se notara en las recién concluidas reuniones invernales de las Grandes Ligas, porque cada día parecía que sería el último del lanzador cubano con los Marlins.
Se habló de paquetes de canjes con Arizona y con Boston, se barajaron muchas combinaciones para convencer a los peces de la posibilidad de un traspaso, y mientras más el equipo negaba los rumores, más crecía la intensidad des la preguntas de otros gerentes generales: ¿está disponible? ¿a cambio de qué?
Durante una clínica con 100 niños del Hank Kline Boys and Girls Club de Miami, Fernández puso su mejor cara el sábado, ratificó su postura de llegar a la primavera en la mejor forma física posible y hasta tiene una pregunta guardada para Barry Bonds.
Te deben sonar los oídos de tanto escuchar tu nombre por ahí, ¿verdad?
«No, no he puesto atención a nada. Lo único que hago es prepararme para la temporada. Sé que es una frase repetida, pero sólo me preocupo por aquello que puedo controlar. Ese es mi compromiso con el béisbol y con el equipo».
¿Te sorprendió tanta publicidad en las reuniones invernales?
«No, mientras eso pasaba, yo entrenaba y fortalecía mi cuerpo. No hubiera valido de nada ponerme a seguir rumores y comentarios. No habría sido nada más que tiempo perdido, y con eso no gana nadie».
El equipo no hizo nada importante en las reuniones…
«Sobre eso no tengo comentario».
¿Crees que pueden competir así como están en la Nacional?
«En eso sí puedo hablar por mis 25 compañeros de equipo y decir que cada día vamos a salir al terreno a dar el 100 por 100. Eso es lo importante: salir y entregarte completo».