Por: David Díaz y Yosvani Peña
Sorprende verlo disfrutar de un deporte que no lo llevó a la cumbre. Si hablamos de Wilfredo Sánchez, rápido lo asociamos con ese perdurable jugador del beisbol cubano. A estas alturas, poco se ha dejado de decir del Gamo de Jovellanos. Pero, quizás uno de esos detalles que ha escapado sobre él es su gusto por el baloncesto, disciplina de la cual contempló varios partidos de la pasada Liga Superior de Baloncesto. Además, Wilfredo es el suegro de Allen Jemmot, director del equipo subcampeón Matanzas. Al concluir la primera mitad de un juego y bajo la advertencia de que fuera una entrevista rápida, respondió rápidamente las preguntas planteadas.
Si te exigimos una respuesta rápida sobre un momento especial de tu extensa carrera deportiva, ¿qué dirías…?
“Cuando llegué a los 2000 hits, que fui el primero en lograr esa hazaña, pues antes, igualmente, resulté el primer jugador que logró 1000 indiscutibles. Esos momentos son inolvidables para mí. Pero también llevo muy presente el Campeonato Mundial de 1970, en el que fui el único que le conectó un hit a Burt Hooton, exactamente un infield hit, pero que luego me quitaron y él logró darnos no hit no run”.
Estuviste 12 años en la selección nacional y 19 en Series Nacionales, ¿satisfecho con lo logrado en ese tiempo?
“Me retiré con 34 años y pienso que pude haber llegado a 2500 imparables, pero quedé en siete ocasiones champion bate y asistí a siete Campeonatos Mundiales, y eso es un gran logro. Formé parte de los famosos Tres Mosqueteros del beisbol cubano, una dicha muy grande para mí”.
En las últimas temporadas, la pelota matancera, exactamente al máximo nivel, experimentó una mejoría indiscutible…
“Es un rendimiento logrado gracias a la labor de varios entrenadores y al trabajo realizado por Víctor Mesa, capaz de unir fuerzas y llevar a los atletas a estar en varias ocasiones en el podio de premiación, algo inédito para Matanzas”.
Sin embargo, ya Víctor no está con Matanzas…
“Pienso que el nivel que logró Víctor con ese equipo va a ser muy difícil de mantener, porque el beisbol actual requiere una exigencia muy grande. Aunque digan que nadie es imprescindible, pienso que hay personas que se convierten en imprescindibles en determinados momentos y creo que este es el momento en que Víctor Mesa es imprescindible en Matanzas y en Cuba. Pero hay que esperar, porque la calidad humana la tenemos, pero la exigencia no va a ser la misma”.
Jugaste una época resplandeciente de la pelota cubana y ahora eres testigo de una desmejora lamentable…
“No hay dudas de que nuestra pelota ha perdido calidad, pero pienso que necesitamos mucho, pero muchísimo trabajo y sacrificio para poder rescatarla. Existen figuras con un gran talento y pienso en el pinero Leonardo Urgellés, en el receptor tunero Rafael Viñales y en los jardineros Julio Pablo Martínez y Víctor Víctor, par de jugadores que van a ser muy grandes. Pero Víctor Víctor es un gran prospecto, tiene el mejor brazo de esta pelota, corre como pocos y roba muchas veces, algo que en Cuba se ha perdido”.
¿Eres partidario de que las contrataciones en el extranjero sean una de las curas para la pelota cubana?
“Claro que sí, porque se van a enfrentar a un beisbol distinto, en el que probablemente jueguen más partidos, porque esa es una de las esencias del beisbol, mientras más se juegue, más se aprende”.
¿De acuerdo con Carlos Martí como director cubano en el Clásico Mundial?
“Una gran persona y un gran director, se lo mereció de sobra, porque lleva más de 30 años dirigiendo y eso fue un gran estímulo para su persona y su carrera como entrenador”.
¿A qué te dedicas actualmente?
“Soy entrenador de la ofensiva del equipo Matanzas y trabajo con la Federación Nacional aquí en La Habana”.