Por Adry Torres
Yoenis Cespedes probó su cuádriceps derecho que lo mantuvo fuera de los últimos tres partidos la noche del martes en la victoria que hilvanaron sobre los Yankees de Nueva York, y proclamó estar listo para retornar a la alineación, pero como bateador designado, cuando reanude la Serie del Subway el miércoles en Yankee Stadium, a pesar de que si está preocupado por el dolor que ha impedido en varias ocasiones desde julio.
El estelar toletero cubano de los Mets de Nueva York hizo su primera aparición desde el sábado pasado en un partido contra los Rockies de Colorado, y entró como bateador emergente en la séptima entrada con corredores en las equinas y un out.
El Todos Estrellas de la escuadra neoyorquina trabajó el conteo a su favor, 3-1, y conectó una línea salvaje directamente hacia el lado del intermedista dominicano Starlin Castro, que apenas pudo fildear la pelota.
‘Hubo un momento en la carrera donde me sentí un poquito de molestia, pero cuando regresé al dugout se me quitó”, afirmó Céspedes, que fue reemplazado por Curtis Granderson en las bases, tras aumentar el marcador 6-0 en ruta al triunfo 7-1.
Céspedes, que ha lidiado con un tirón en el cuádriceps derecho desde que tuvo que salir de juego ante los Nacionales de Washington el 8 de julio y se perdió el Juego de Estrellas, lució bien al salir de la caja de bateo.
Su mayor preocupación será la posibilidad de jugar unos cuantos partidos consecutivos para entonces de nuevo sentir los mismos dolores.
“Ese es el problema, porque si dejo de jugar tres o cuatro juegos me siento bien. Pero a la vez que entro a jugar al terreno y tengo que correr dos días seguidos, ya me vuelve la molestia”, aseveró Céspedes.
No obstante, la asignatura como el bateador designado a través de los próximos cinco partidos, todos en parques de la Liga Americana, aliviará sus dudas.
El jardinero, que en enero fichó un contrato de $75 millones por tres años, reveló lo duro que ha sido este mal contratiempo que ha sufrido mientras los Mets luchan por mantenerse en la pelea por su clasificación a la postemporada.
Céspedes lidera los Mets con un promedio de .294 con 22 jonrones y 59 carreras impulsadas.
Aunque lo único que Céspedes desea es dar el cien por ciento corriendo las bases, existe la posibilidad de empeorar la condición del cuádriceps.
“Es un poco difícil, ya que yo estoy aquí porque me gusta jugar la pelota. Yo quiero jugar todos los días”, dijo. “Y no poder jugar como quiero me molesta, y también si me paso muchos días sin jugar puedo perder mi ritmo”.
Céspedes agradeció además la llegada de Jay Bruce, que tomará su puesto como cuarto bate y le ofrece al equipo una protección muy necesitada en el medio de la alineación.
Bruce se fue en blanco en los cuatro turnos que tuvo en su debut, con dos ponches.
“Creo que eso nos va ayudar mucho ya que el equipo está pasando por un mal momento”, dijo. “Hoy se bateó bastante pero el equipo está pasando por un momento difícil. Creo que eso va a ser de gran ayuda”.
